Hoy hemos estado en un centro de educación secundaria y hemos analizado diferentes vídeos musicales de Youtube que han propuesto preadolescentes de 12 y 13 años. Se trata de música que conocen bien y les propongo que se fijen en cómo son ellas y ellos físicamente, de carácter, cómo visten, qué actitudes tienen y, sobre todo, cómo se relacionan, si desde un plano de igualdad o de dominación/subordinación.

Hemos analizado los modelos de masculinidad y de feminidad que proponen estos vídeos, hemos comentado si les gustan este tipo de hombres y de mujeres, si les gustaría parecerse o tener amistad con ellas y ellos. Han reconocido que ellos son los protagonistas y ellas están alrededor de ellos y son tratadas como objetos, totalmente cosificadas. Y entonces, les he preguntado:

¿Pensáis que hay violencia en estos vídeos?

Su respuesta ha sido un no rotundo y las frases que más repiten, sobre todo los chicos, han sido que ellas son tratadas así por qué se dejan y cobran por hacer este vídeo. Algunos han dicho que ellas son unas interesadas porque hacen esto por dinero. Hemos seguido compartiendo opiniones y han constatado de que nadie las obliga, ni nadie les apunta con una pistola para aparecer en estos vídeos.

Y aquí radica el peligro de este tipo de violencia que nos pasa totalmente desapercibida –a jóvenes y a gente adulta- porque la dominación que los hombres ejercen sobre las mujeres es asumida como algo natural. La dominación masculina se ejerce sobre los cuerpos de las mujeres, sin violencia física, como por arte de magia. Es una violencia tan interiorizada y normalizada hasta el punto de que ellas aprenden, desde pequeñas y jóvenes, a autocosificarse , pensando que la belleza es el pasaporte del éxito de cualquier mujer. Finalmente les  he remarcado que es muy importante analizar que el fin de que ellas aparezcan en este vídeo que no es otro que complacer sexualmente a los hombres.

Y aquí radica el peligro de este tipo de violencia que nos pasa totalmente desapercibida –a jóvenes y a gente adulta- porque la dominación que los hombres ejercen sobre las mujeres es asumida como algo natural

Si no paramos en algún momento para analizar cómo se exponen a las mujeres, no podremos hablar de las consecuencias que puede tener el hecho de exponer los cuerpos de las mujeres como si fueran trozos de carne resaltando solamente las partes sexuales. Vídeos, películas, videojuegos que relegan a las mujeres a la categoría de cuerpos y objetos para el disfrute y a disposición de los deseos masculinos. Les `pregunté si, en vez de mujeres se expusieran hombres no blancos, ¿qué ocurriría? Y me contestaron que sería racismo y, por lo tanto, no se debería permitir. Por un lado, me alegró ver que saben identificar la violencia racista pero, en cambio, esta intolerancia no se produce cuando hablamos de machismo y de violencia contra las mujeres porque es una de las violencias más normalizadas y toleradas culturalmente.

Y esta tolerancia ocurre porque el bombardeo de mensajes sobre la importancia de que las mujeres resulten sexualmente atractivas está por todas partes y esto hace que normalicemos la VIOLENCIA SIMBÓLICA de la que nos habló Pierre Bourdieu.

De hecho es durante la adolescencia que se interioriza un listado de comportamientos generalizados y permitidos socialmente de cómo los chicos deberían relacionarse con ellas:

  • los chicos desean y las mujeres son deseadas;
  • es de hombres “piropear” a las mujeres desconocidas por la calle;
  • es normal valorar a las mujeres por su atractivo físico, es decir cosificarlas.

Los medios de comunicación cada vez tienen más poder para dar forma a las ideas, a las emociones y a los discursos. Pero, ¿os habéis parado a reflexionar sobre el tipo de mensajes que reciben las chicas y el tipo de mensajes que reciben los chicos?

Después de un análisis profundo, podemos decir que existe un importante bombardeo de mensajes que van en esta dirección:

A ELLAS se les sigue diciendo que la belleza es lo más importante.
A ELLOS se les dice que tienen el poder para acceder a los cuerpos de ellas.

ELLAS pueden acabar creyendo que su valor está en su cuerpo.
ELLOS pueden acabar creyendo también que el valor de una chica está en su aspecto físico y, en consecuencia, esperan que los cuerpos de las chicas sean como los que aparecen en los vídeos de cantantes machistas y misóginos.

¿Qué podemos hacer?

Os proponemos analizar este tipo de mensajes con criaturas y adolescentes con una mirada crítica, pasándolos por un filtro crítico que les permita identificar el machismo. Escucharles y hablarles de valorar a las personas y, en especial, a las mujeres como lo que son:

Las mujeres son seres con derechos y no objetos a disposición de los chicos héteros.

Y también es sumamente importante introducir nuevos valores diferentes a la imagen física. Lo importante es que vean que cada persona es única y que la belleza no solamente tiene que ver con el aspecto físico, también tiene una clara relación con la inteligencia, el carácter, la conducta y la personalidad de cada persona.

COSIFICAR O SEXUALIZAR

Significa atribuir más valora a la persona sexualmente deseable o atractiva. Esto significa que no valoramos a aquella persona por sus cualidades personales o profesionales, sino únicamente por su cuerpo. Cuando cosificamos a una persona, la estamos tratando como si fuera una cosa, le estamos quitando aquello que la hace persona.

En la publicidad  hemos visto a las mujeres expuestas como un mero objeto que debe ser expuesto al lado de herramientas, bebidas alcohólicas, automóviles… es decir, productos que se quieren vender generalmente a los hombres. Os invitamos a hacer una búsqueda por las redes sociales, la publicidad, las películas o vídeos musicales y analizar de qué manera aparecen mujeres cosificadas y analizar las consecuencias que puede tener a la hora de tratarnos.