No es la primera vez que llegan pantallazos de chats donde podemos ver la complicidad masculina en plena acción. En este caso, un grupo de militares se rifan a una mujer como si de una cosa se tratase, como si fuera un objeto a su disposición y disfrute sexual.

Decidme si entre ellos (hombres cis, héteros…) se tratan así, ¿verdad que no? Sin embargo, la “cultura de la violación” –la que normaliza que los cuerpos de las mujeres cis y trans están disponibles para los hombres- se propaga por muchos canales. Buscad las visualizaciones que tienen los vídeos de Youtube dirigidos a chicos muy jóvenes, donde también aparecen mujeres prostitutas a disposición del cantante. ¿Sabéis cuáles son las respuestas de algunos chicos jóvenes en cada uno de los talleres que hacemos?

Ellas están allí porque quieren. Nadie las obliga y les pagan por ello.

Y ya, aquí acabaría su argumento porque adentrarse en la reflexión de por qué ellos las tratan así es demasiado doloroso o les da pereza cuestionar sus privilegios y actos.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS HOMBRES EN LA PRODUCCIÓN Y LA REPRODUCCIÓN DE LA VIOLENCIA SEXUAL?

¿Por qué les cuesta tanto poner el foco en los hombres que se relacionan con ellas a través del abuso de poder?

¿Tanto cuesta reflexionar alrededor del papel de los hombres en la producción y reproducción de la violencia sexual?

Porque para el ejercicio de esta violencia solamente hacen falta dos condiciones:

  1. Tener interiorizadas ideas de poder de un grupo (hombres) sobre otro (mujeres)

  2. Y deshumanizar, cosificar, denigrar… a este grupo.

Muchos dispositivos son fábricas de machismo donde se fomentan estas dos condiciones para el ejercicio de la violencia machista. Y todo esto es muy grave porque desde una edad muy temprana muchos chicos cis, héteros, de clase media/alta… ya ven como normal que las mujeres prostitutas puedan ser tratadas con humillación porque son cosas y no seres con plenos derechos. Esto forma parte del mismo negocio patriarcal que se cuela a través de videoclips musicales y películas y les hace dar argumentos donde ellas siempre son las culpables de ser tratadas de esta forma.

LA NORMALIZACIÓN DE LA COSIFICACIÓN DE LAS MUJERES

Son claros ejemplos de cómo se cosifica a las mujeres diariamente.

Cosificar significa utilizar a la persona con finalidades que no la dignifican ni como persona ni como ser humano.

Y esta práctica tan normalizada conlleva percibir a las mujeres como un objeto para el consumo del hombre cis, hétero, de clase media/alta, sin discapacidad, etc.

A muchos de ellos poco les ha importado cómo se puede sentir ella. Se supone que, como es una prostituta, puede ser tratada como una cosa, puede ser insultada, denigrada y humillada,  porque ellos creen tener el poder y el control sobre su cuerpo y su sexualidad.

Sin embargo, si el chat ha llegado en conocimiento de la gente es porque algunos hombres de este grupo no se han visto legitimados para utilizar el poder que el patriarcado les ha otorgado y han roto el pacto de complicidad con el resto del grupo, denunciándolo. Porque también existen los hombres que escuchan a las mujeres y ponen en práctica la empatía para entender que las mujeres no somos cuerpos a disposición de los hombres.